Muchos de los frutos que consumimos día con día poseen semillas, mismas que acaban siendo residuos la mayoría del tiempo, sin embargo, existe otra opción que consiste en conservarlas para que, a partir de ellas, se obtengan más frutos y si dentro de tus propósitos próximos se encuentra cultivar tus propios alimentos, este tip va dirigido a ti.
En el mercado, existen la alternativa de compra de sobres con muchas variedades de semillas, no obstante, existe también la posibilidad de que obtengas tus propias semillas de alimentos que consumes cotidianamente. Las semillas pueden extraerse directamente de frutos como el tomate, pepino, melón, aguacate, durazno, la calabaza, papaya, naranja, ciruela, entre otras y basta con que, una vez consumido el fruto, se guarde su semilla, se deje secar y se almacene. Es importante recalcar que las semillas solo serán viables cuando provengan de un fruto completamente maduro, cuando se sometan al secado total y cuando se almacenen correctamente, es decir, en lugares frescos y contenedores que las resguarden de la humedad.
Una vez que obtengas tus semillas, lo ideal es que las germines lo más rápido posible, ya que el tiempo de almacenamiento resulta ser también un factor que afecta la viabilidad de las mismas.
Que nada impida que enfoques tus esfuerzos en la búsqueda de alimentos de mejor calidad y en la producción de los mismos en la comodidad de tu hogar.
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