Tuvimos la oportunidad de estar presentes en el XXV Encuentro Internacional de la Planta Medicinal que organiza la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro — Unidad Laguna y en esta ocasión marcada por una participación postpandémica, ha sido una de las experiencias que motivan a progea a seguir adelante con el esfuerzo y objetivo de buscar un futuro sustentable.
El interés que las personas mostraban al acercarse a nuestro estand y conocer nuestros productos y servicios era motivo de gran alegría. Es muestra de como nuestra sociedad se interesa cada día más en colaborar con acciones que favorezcan al cuidado y conservación de nuestro medio ambiente.
Nuestro principal objetivo era concientizar y dar a conocer a quienes se acercaban, que nuestros productos proveen a plantas y cultivos de los nutrientes que necesitan para su buen desarrollo y un óptimo rendimiento.
Informar acerca de los nutrientes que la vegetación toma del aire a través de las hojas (CO2 y O2) y, principalmente, del suelo a través de las raíces (macronutrientes: N, P, K, Ca, Mg, S y micronutrientes: Fe, Mn, Zn, Cu, B,…). y de cómo a través de productos de alta calidad se puede ayudar a que un suelo o sustrato tenga y proporcione todos los nutrientes que la planta necesita y del cómo se hace necesario el fertilizar el suelo utilizando abonos, fue nuestra razón de participar. Dar a conocer e informar sobre las diferencias entre los productos de origen orgánico y los de origen químico.
Permítanos compartir con Usted que una de las preguntas que más frecuentemente se nos hace es la de: ¿Qué es mejor, el abono orgánico o el abono químico?
Aunque en muchas ocasiones se crean situaciones de confrontación ante la defensa de ambos tipos, lo cierto es que la utilización de abonos orgánicos, abonos químicos,o la posible aplicación combinada de ambos dependerá de las necesidades de las plantas, las características específicas del suelo, la extensión, tipo de producción del cultivo y el punto de desarrollo en que se encuentre (antes de la siembra, durante el desarrollo, etc.).
Veamos algunas diferencias y ventajas de los abonos orgánicos y los abonos químicos.
Los abonos orgánicos son subproductos de origen animal y vegetal: el Humus y Lixiviado de lombriz, el Estiércol (excrementos de vacas, cerdos, pollos, etc., procedentes de explotaciones ganaderas); la Composta proveniente de diversos procesos y tratamiento de: restos vegetales postcosecha, restos de materia orgánica de consumo humano; lodos (procedentes de plantas depuradoras); turba; minerales; etc.
Es conveniente en este momento aclarar que los abonos orgánicos o fertilizantes orgánicos contienen una combinación única e importante de nutrientes, que su contenido tiene una concentración de micronutrientes y macronutrientes que favorecen a la fertilización del suelo y que éstos, aportan grandes beneficios entre los que podemos mencionar:
Por su parte, los abonos químicos o fertilizantes químicos, tienen un origen sintético y se producen por la industria agroquímica a partir de sustancias naturales o mediante síntesis química. Los fertilizantes químicos aún y cuando nunca tendrán elementos vivos, tienen también ventajas:
Sin embargo, los abonos químicos presentan también limitaciones, ya que sólo afectan a la presencia de nutrientes en el suelo, sin mejorar realmente las características físicas de mismo. Por otro lado, al contener nutrientes en gran concentración su aplicación en exceso puede provocar importantes problemas de contaminación ambiental, especialmente si hablamos del uso de abonos nitrogenados y de otros que pueden incluso llegar hasta la posible contaminación de aguas del subsuelo.
En los 2 años que hemos participado en el Encuentro organizado por la UAAAN-UL, nos han hecho también en múltiples ocasiones una pregunta interesante ¿a qué distancia del tallo o tronco del vegetal se debe aplicar el Humus e el Lixiviado de lombriz? La respuesta, a diferencia de la que se emite ante el uso de abonos químicos es sencilla, en la aplicación de Humus y Lixiviado de lombriz, la cercanía al tallo o tronco de la planta, así como un posible exceso al momento de aplicarlos, nunca causará afectaciones colaterales (quemaduras o daños físicos) efectos que un abono químico puede ocasionar debido a una mala aplicación en forma o concentración.
Los abonos orgánicos y los químicos pueden en condiciones especiales ser complementarios para fertilizar los suelos. Dependiendo de las características del cultivo y el tipo de producción, nunca será lo mismo hablar de los espacios domésticos, de un jardín, de plantas en suelo o en maceta, de árboles en huertos y de hortalizas de cultivo familiar, etc. a esas grandes superficies de explotación agrícola. Podemos por lo tanto afirmar categóricamente que utilizar preferentemente abonos orgánicos tendrán un efecto integral benéfico en el suelo en que se apliquen.
La decisión de empezar y el esfuerzo dedicado a utilizar abonos y fertilizantes orgánicos traerán los beneficios que nuestro planeta necesita, nunca será tarde para iniciar con la reestructura y regeneración nuestros suelos próximos, sin duda con el tiempo veremos resultados favorables.
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