Las trampas cromáticas son una herramienta muy útil en el cuidado de nuestros jardines y huertos, puesto que tienen como objetivo controlar las plagas que pueden causar daños en nuestras plantas, sin provocar un desequilibrio en el ambiente.

Su mecanismo de acción consiste en la captura de pequeños insectos, que se ven atraídos por determinados colores, por medio de una trampa pegajosa.

Estas ya existen en el mercado, sin embargo, en esta sección de tips, te diremos cómo puedes poner a funcionar tu propia trampa cromática, con un par de elementos muy simples, libres de sustancias químicas.

El primer paso es identificar los colores que atraen a las plagas más comunes en nuestros patios, jardines o huertos:

El segundo paso es conseguir alguna superficie plana y rígida, por ejemplo, una tapa, un plato pequeño o un cartón resistente del color que atrae a la plaga que se busca controlar.

Seguido de esto, lo único que tienes que hacer es cubrir la superficie completa del objeto que seleccionaste con aceite vegetal, de manera que quede una ligera capa pegajosa que no escurra.

¡Y listo! Tu trampa cromática estará preparada para ser colocada alrededor de tus plantas, ya sea a ras de suelo, pegada a una vara o rama que la sostenga verticalmente o si prefieres, suspendida sobre tus plantas, con ayuda de algún colgante.

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